Lleva años gestándose este momento: el momento de decir adiós al logotipo que me ha acompañado desde el comienzo de mi andadura profesional como coach.
Tengo muchas cosas que agradecerle a este logotipo y a todo lo que él significa. Lo hice con amor (con la ayuda de Deborah de Estudio Barracuda, muchas gracias por el gran trabajo que hiciste) y amor es lo que me ha devuelto a lo largo de los años, amor a través de todos los clientes que se acercaron a mí sin conocerme, sólo por haberme encontrado a través de mi página web.
Entonces busqué una imagen que pudiera representarme y el puzzle me pareció que lo hacía: una pieza de puzzle gris que representaba una persona en dificultades y el coaching como herramienta que le ayudara a encajar con facilidad todas las piezas de su vida.