Información útil para elegir a tu psicoterapeuta

A la hora de elegir un psicólogo/a hay información que puede ser importante que conozcas:

• Hay diferentes corrientes psicológicas que varían en función de cómo cada una comprende la experiencia humana, el concepto de salud o enfermedad del que cada cual parte, y la metodología que utiliza.

Línea psicoanalítica o psicodinámica: tiene como objetivo principal que el/la paciente consiga una comprensión profunda de las experiencias pasadas que han permanecido inconscientes y que siguen influyendo inevitablemente en el presente generando su malestar. Las técnicas centrales son la asociación libre y el análisis de la transferencia. El/la psicoanalista normalmente se sienta detrás del/la paciente y escucha atentamente mientras éste/ésta comunica todos sus sueños,  pensamientos, ideas e imágenes que le vengan a la cabeza, sin crítica ni selección de los contenidos. El/la profesional  interpreta los patrones emocionales, el funcionamiento psíquico y transmite al paciente las interpretaciones que de estas conversaciones van surgiendo.

Línea conductual y cognitivo conductual: la corriente cognitiva clásica considera que la conducta se puede explicar a través del proceso de pensamiento o cognición. Desde el enfoque cognitivo conductual se considera que tanto los aspectos cognitivos, afectivos como conductuales están interrelacionados y son interdependientes, por lo que cuando incidimos en uno de los componentes, el resto de los componentes se verán también afectados.Es una terapia habitualmente corta, centrada casi exclusivamente en el presente y con objetivos muy concretos que se consensuan al principio del proceso. El psicólogo/a que trabaja bajo la influencia de esta corriente utiliza diversas estrategias muy directivas, con tareas y ejercicios concretos dirigidos a flexibilizar y modificar los esquemas disfuncionales aprendidos.

Línea sistémica: aunque tiene sus raíces en la terapia familiar, se ha ido extendiendo también a otras áreas como la terapia individual. Comprende a la persona como parte de un sistema mayor del que forma parte, y pone énfasis las interacciones entre los miembros de ese sistema y los subsistemas que lo componen y en los procesos comunicacionales entre ellos. Los desajustes individuales son la expresión de disfunciones de estos sistemas.

Es una psicoterapia breve, con objetivos limitados en el que tanto el psicólogo/a como el/la paciente tienen una participación activa.

Línea humanista: la psicoterapia humanista comprende el conflicto que trae el/la cliente como un síntoma de que ha perdido el contacto con su verdadera esencia. El proceso tiene como finalidad ir trayendo a la luz los mecanismos de defensa que a lo largo de los años hemos ido desarrollando para hacer frente a nuestras experiencias desfavorables y que han ido generando esos síntomas. El/la psicoterapeuta confía en las habilidades y recursos internos de la persona y le acompaña en su proceso de redescubrimiento donde los síntomas ya no serán necesarios.

Entiende a la persona como un organismo total, en el que mente, emoción y cuerpo son únicamente constructos para facilitar la comprensión teórica, pero inseparables e imprescindibles para entrar en contacto con quien somos realmente y para conseguir desarrollar nuestro pleno potencial.

Línea transpersonal: desde esta corriente el compromiso de la psicoterapia es con la transformación espiritual de la persona. El proceso va más allá de lo personal, se centra en los estados más elevados de la conciencia, buscando un sentimiento de conexión con una realidad más grande y significativa.

• Después de diferenciar los diferentes tipos de psicología es conveniente que sepas que diversas investigaciones han concluido que lo más importante en un proceso terapéutico no es tanto la orientación teórica del terapeuta ni las técnicas que se trabajan como las características del cliente y el terapeuta y la relación que se establece entre ambos.

El éxito terapéutico viene determinado en gran parte de la percepción que tiene el/la cliente del actitud del terapeuta ya que de esto dependerá cuanto éste/ésta va a involucrarse en el proceso. Por eso es muy importante sobre todo, que te sientas cómodo/a con él/ la terapeuta con el/ la que vas a trabajar. Es importante que sientas que la persona que elijas como acompañante en tu proceso muestra una actitud básica de respeto hacia ti y hacia lo que te ocurre, que te llegue su compromiso contigo y tu proceso, su comprensión, su calidez y su empatía y que sientas su autenticidad en relación a ti y en relación a su propia persona. Además se sabe que el autoconocimiento del o de la terapeuta y el compromiso con su autoexploración son características que favorecerán el clima terapéutico facilitador del cambio y que incentivarán tu propia exploración.